Seguidores

Nota~Escribiendo.. Pronto subiré mi nuevo Fic, una "inspiración" haha! ~CarmenK♥

domingo, 5 de febrero de 2012

Capítulo-1 Renovación~Pv CarmenK♥







Me asomé por la ventanilla del camión, mirando como se marchaba mi antigua vida. La tienda de helados, de ropa, la panaderia... Todo se marchaba. Mi madre hablaba por teléfono, descontrolada. El conductor, miraba fijamente la carretera. Yo por mi parte, decidí encender mi ipod, el viaje sería largo.

Abrí los ojos. Me había quedado dormida. En cambio, mi madre, no. Estaba afaenada, subiendo y bajando cajas, como si de tesoros se trataba. Yo, me despedí del conductor, que me respondió con una sonrisa. Se quitó la gorra, y miró hacia delante. Bajé del camión de un salto.

-Vamos Carlotta Hija, ayuda!  Coge tus cajas!-me ordenó mi madre.

-Voy mama!-exclamé.

Entramos en el piso. La verdad, era bastante grande. Al principio, daba a una sala, bastante grande y ventilada, con ventanas enormes que daban al exterior. Cuando me asomé, descubrí que todas las ventanas de la calle eran así. ¿Espiar vecinos? No lo sé, pero una señora se acaba de esconder después de que se diera cuenta de que la estaba observando. Sin pensarlo, cerré las cortinas, unas cortinas de color rojo. El salón estaba desgastado, pero mi madre quería conservar las cortinas. El tacto era terciopelo, y podían quedar bien.

El camionero nos ayudó con las cajas. Cuando se fue, mi madre buscó desesperada un cuter para cortar el celo de las cajas. Fue sacando los muebles grandes, lo que quedaba de ellos. Algunos, no quedaban demasiado bien, por lo tanto fue a un pequeño sótano que había debajo del todo de la casa. Nosotras estábamos en el ático, por lo tanto habían seis pisos, y teníamos una terraza enorme. Lo primero que arreglamos fue el salón. No quedaba del todo mal, y mi madre se había esmerado poniéndolo todo al límite de nuestra anterior casa. De lo demás, esta tarde vendría un pintor. Pero antes mi madre tenía buenas y malas noticias:

-Veras Carlota... No pudieron aceptarte en el instituto aquel...

-Que? Y no me dijiste nada hasta ahora?

-Ya sabes la tecnología! Recibí el correo antes de que llegáramos, pero tengo otra sorpresa que te gustará más-dijo dándome un folleto-Es el Green Place, se encuentra a dos manzanas de aquí. Esta bastante bien, y va casi todas las personas de este barrio.

-Pero mama...-me interrumpió

-No te preocupes. Ya te dije que compré este piso con una habitación más, por si acaso... Creo que nos servirá. Ven, sígueme.

Me decepcionaba la idea de no poder entrar en el instituto que quería. Pero, por otra parte me gustaba esto, y el instituto Green Place no se veía tan mal. También quería pasar más tiempo con mi madre.

Subimos las escaleras, y me llevó hacia una puerta. Debe de ser mi habitación. Me tapó los ojos con las manos, y al entrar, me sorprendí demasiado. Me había dado la habitación del ático. Era algo así como una pequeña casita que terminaba hacia arriba en punta. Era perfecta, me encantaba. Lo tenía todo. El suelo era parqué, el techo era en forma de triángulo, y era lo suficiente mente grande para mi. Y por si quería más, tenía un pequeño vestidor, y un aseo.

-Puedes decorarla como quieras-dice mi madre.

-Gracias mama, es perfecta, enserio, me encanta!-dije abrazándola.

Ese mismo día, mi madre se empeñó en ir a un mobiliario y elegir mis muebles. Todo lo elegimos a salir de boca la cama, mesa, escritorio... Todo lo elegimos tal y para que mañana estuviera todo. Estábamos a jueves, y empezaría el instituto el lunes.  Así que, los muebles llegaron a tiempo para decorar. La rapidez de mi madre era demasiada.

*Un día y medio después*


Día impecable, casa impecable. Todo a su perfección, dia y un poco de noche trabajando han dado sus frutos. La casa, estaba fantástica. El salón y la cocina me recordaban a mi viejo hogar. Mi madre, en su habitación había puesto una cama grande, y todo lo que necesita. Era casi tan grande como la mía. Para mi habitación, tenías que subir las escaleras, donde estaba mi habitación y un despacho para mi madre. Era increíble...

Solo entrar, lo primero que tengo enfrente es mi cama. Era bastante grande, pero no de matrimonio. El cabecero era blanco, y la habíamos decorado la cama con unos edredones en forma de copos de nieve y cojines grandes rosas y grises, me encantaba. A la derecha de la habitación, en una esquina estaba mi escritorio. Era grande, y la mesa era un rosa palo, con lámpara y varios cajones, perfecto para estudiar. A la izquierda, mi madre me había puesto un tocador, y al rededor una alfombra unos puffs para sentarse. En esa misma parte, estaba el vestidor. Y a la derecha de nuevo, estaba el pequeño baño con un retrete una ducha y una pila.

Poco a poco, fui decorando la habitación, con mis recuerdos del pasado. Fotos de mis amigos, medallas, cosas que me recordaban a mi pasado. Coloqué en la ventana de mi habitación la cortina que tenía en mi otra casa, una que me encantaba. La lámpara también, casi todo menos unos pocos muebles, daban vida a esa sala. Unas lucecitas que he puesto en la pared, que mi madre la había pintado como mi anterior cuarto, unas mariposas, y por todo el gran techo puse estrellas que brillaban en la oscuridad. Pero, faltaba algo. Algo faltaba, lo presentía. De repente, se me vino el alma a los pies, y corrí escaleras abajo, en busca de mi destino.

Cogí una caja alargada, y la subí a mi habitación. en ella, estaba un recuerdo que siempre guardaré. Ese espejo que recogí el último día, que tenía un significado especial para mí. Lo coloqué en un lado del armario para mirarlo todas las mañanas.

-Carlota?-ladró mi madre desde el salón.

-Voy!

Bajé las escaleras, y ella estaba en un armario de cristal en el salón.

-Me echas una mano?-dijo, dándome un cuadro de mi familia.

-Claro-dije abriéndo el armario y colocándolo.

El ese armario, puso sus recuerdos mas queridos. Retratos, esculturas, recuerdos de viajes... Todas las cosas que si alguien rompía, ella te ahorcaba.

En ese momento, me fijé mas en mi madre. Tenía cuarenta y cuatro años, pero se fortalecía como una roca. Parecía incluso más joven. La veía mas feliz, y su sonrisa era ebria. Aunque siempre tenía tirones en la espalda, ella sabía mantenerse en pie, eso me gustaba de ella.

-Te vendría bien unas cuantas cosas-dijo sonriente.

Fue a su habitación y bajó corriendo. Me dio dos cajas.

-Regalos!-grité como una niña pequeña cuando Santa Claus le deja regalos debajo del árbol

-Pensé que te vendrían bien, los hemos comprado entre tu hermana y yo-dijo.

El primero que abrí fue el que más me gusto. Desde siempre, he querido un iPhone, y ahora que lo tengo no puedo ser más feliz.

-Gracias mama! Todos los piropos han valido la pena-bromeé.

El otro, me lo esperaba más, un ordenador portatil. Me hacia falta, el otro era del año 0 y estaba molido.

-Gracias!-sonreí.

-Ahora, tenemos algo pendiente. Tenemos que ir a la secretaría de tu instituto, para que te den los horarios, libros... El verano no dura siempre! Y los demás alumnos ya lo tienen todo!-dice mi madre.

Me cambié con algo cómodo, y fuimos por primera vez a Green Place. Mi madre no es experta en orientación, asi que dimos mil vueltas a la manzana. Pero, al llegar, llegamos. Tenía pinta de un instituto normal. Al ser el lunes el primer día, tenía una pancarta enorme donde ponía: Bienvenidos a Green Place. Mi madre aparcó en un parking para socios, pero como no lo sabíamos el guardia solo nos miró de reojo. Habían unas grandes escaleras que llevaban hacia el, me recordo a una pelicula que vi cuando era mas niña, que se llamaba skyhigh o algo así. Al subirlas, enseguida había un pasillo, donde a la derecha ponía un cartel que decía secretaría.


Entré yo primero, pero como que mi madre tenía que firmar y dar datos, me senté fuera en una silla. Me sorprendió ver a una chica. Supuse que sería de mi edad. Era medio rubia, y estaba concentrada en un libro. Me miró de reojo y me sonrie. Le devuelvo la sonrisa.

-Es difícil encontrar miradas nuevas-dije la chica, sin quitarle la vista al libro se sienta a mi lado.-Como te llamas?

-Carlota-digo-Me mudé el jueves y bueno, creo que soy nueva, tu tambien eres nueva?

-No del todo, vine el año pasado, que edad tienes?

-15 y medio-contesto-cumplo años en octubre.

-Genial.

Pasaron unos minutos de silencio. Ella leía, y me asomé y leí el titulo de su libro.

-Conque, los juegos del hambre?-pregunto.

-Me encanta este libro, llevo pegada a el desde hace una semana-dice sonriendo- Te lo has leído?

No iva a mentir. Me encantaba leer, me había leído esa triología entera.

-Si, me gusta, me lo leí hace un tiempo-dije sonriendo-Son unos libros fantásticos.

-De verdad? Que bien!-dice cerrando el libro.

-Kate!-dice una mujer, supongo que sería su madre.

-En fin Carlotta, espero verte por aquí el lunes, hasta luego!-dice despidiéndose.

-Adios!-digo sonriente.

De repente, mi madre sale de secretaría con dos cajas, que eran mis libros. Me da una y las llevamos hacia el coche. Le cuento en el viaje que había conocido a una chica que se llamaba Kate. Ella asentía y sonreía.

Me agradaba la idea de conocer a gente nueva.

Al llegar a casa, fui a mi habitación, y descargué los libros. Nada de otro mundo, física o química, ciencias, matemáticas, historia... Y una agenda no muy original, con una foto del centro y Green Place. Allí, ponía mi nombre, Carlota Sanders, y mi dirección, y mi horario. Estaba en tercero A. Si, repetí curso, no me gusta estudiar. Como era sábado, me hubiera gustado pedírle el número de teléfono a Kate, así tendría algún contacto. Pero, no importaba. En el día que ponía lunes, había un dibujo que ponía: Primer día de clase, no hace falta traer nada. Así, que guardé los libros en una de las estanterías de mi escritorio, y me puse a dibujar. En ese momento, en la estantería que tenía en mi cabeza, divisé el libro de Los juegos del hambre. Hacia tiempo que no lo leía, asi que sin pensarlo me eché a la cama y empecé a leer.

Cuando menos me lo esperé, era de noche, el sol se había escondido, bajé a cenar. Mi madre no quería estrenar la cocina, y ha pedido una pizza. En la cena, las dos estábamos atrapadas en ese mundo de tecnología al que llamamos móvil. Yo exploraba mi twitter, y ella el trabajo que le solicitaron, en un estudio de fotografía muy cerca de aquí. Vancouver era grande, un pequeño paraíso con playa y montañas. Mi hermana Sara, ha llamado esta mañana, preguntando que tal todo, y le he dicho gracias por el regalo. Su marido Raúl va despistado, pero le va bien. De pronto, eché de menos el colegio internado, pero me iría mejor en este, o eso espero.

En mi habitación, cogí mi portatil nuevo, y en mi correo electrónico tenía unos 4 mensajes nuevos. Eran de mis amigos, preguntando que tal todo, y que un día me visitarán. Me enviaron una foto y todo, que imprimí y pegué en un corcho que tengo al lado del escritorio. Después tenía un correo de GreenPlace, con un saludo del director, y algunas palabras de el anterior alumno delegado.

Miré el reloj. Eran las once, y mi madre estará durmiendo. Me fui a dormir, la cama era cómoda, y me quede empanada mirando las estrellas que brillaban. Mañana iríamos a hacer turismo, y conoceríamos a una familia de tíos de mi madre. Pero, lo que más me asustaba era el lunes. Encajaría bien?

---------------------------------------------------------

Holaa ♥
En fin, terminé de escribir, me he pasado media mañana, pero, VALIO LA PENA! xD
Ale, ya esta, nose que poner. Quizás que esto esta muuuuuy abandonado, MUY sobretodo porque La señorita Vicky no a colgado ni su prologo, de que irá su historia(? Quien sabe! xD
Me dejo de poner farruca, dejarme aquí bajo opiniones, si gusta o no gusta, si borro y me vuelvo loca como vicky y me da por borrarlo todo, lerele! En fin, nosotras dos cuando escribimos, nos dejamos mensajes molestos para liar la historia, me daba pena borrarlos y ahi los dejo, Jajajajajaja!



Mensajes molestos cuando escribes y dices, ¿Que quiere esta ahora?
xDD nose porqe me ha hecho recordar a esa vez qe iba en autobus y me qedé dormida, y cuando abrí los ojos vi qe el chico qe se sentaba al lado me estaba mirando :$ xDD! ahora he empezado yo con los comentarios molestos muahahahaha *risa malvada* xD
Muahahahaahahaaha! MALAMALAMALA! Yo una vez me quede dormida en la parada de autobus, cuando desperte le pregunte a un señor que cuanto hace que ha pasado el autobus B, y me dice; un par de veces, OSTIA! que son las seis! xDD Hahahahahah qe tiaaaaaaaaaaa...... xDDD ya te vaaale, sigue escribieendo, me gusta esta historiaa ;) Voooy! Me encanta motivarme, creo que cuando publique pondre un titulo y dire: Aqui vicky le encanta opinar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario